ANIMAL
DE REALIDADES
Nuestra definición como animales racionales ha caducado, ya que ahora sabemos que esa característica la tienen también otras especies. De ahí la indagación a este respecto y su correspondiente resultado, que se abordan en este libro y cuya conclusión es que la evolución sí que nos ha dotado de algo específico: nuestra capacidad de idear, en base a la cual todos y solo los sapiens vivimos una realidad externa, en relación con el medio, otra interna, en base a nuestra cosmovisión personal, y que además las simbolizamos, sobre todo a través del lenguaje y demás expresiones culturales. Por eso que nuestra definición más ajustada se corresponda con la de “animal de realidades”. Para facilitar tanto la exposición como la comprensión de esta propuesta, la misma se resume en una Ficha o Carnet de Identidad que informa de nuestro origen, naturaleza, esencia y espíritu; describiéndose también mediante una triple metáfora:
- El Efecto Demócrito, para demostrar la capacidad de ideación del homo sapiens.
- El Efecto Marsellesa, para ilustrar cómo esa capacidad se transforma en cultura.
- Y el Efecto Ashoka, para que orientemos esta capacidad hacia empresas de carácter social.
GUÍA EXISTENCIAL
PARA EL SER HUMANO
Resulta coloquial la expresión de que 'venimos a esta vida sin manual de instrucciones'. Y, aunque no seamos como un aparato con un funcionamiento determinado, sin embargo viene a reflejar la situación existencial en la que nos encontramos, sin modelos o guías que nos orienten de manera segura en el desarrollo de nuestro devenir y paso por este mundo. Hasta ahora, nos hemos valido -más bien inconscientemente- sobre todo de nuestro instinto natural y algunas interpretaciones basadas en creencias (animistas, mágicas, religiosas, místicas), mientras que este ensayo señala los principios de la evolución para poder determinar, del modo más objetivo posible, las orientaciones básicas y consolidadas que la naturaleza y sus interacciones han ido determinando en el desarrollo de la vida.
No son muchas, pero al menos tratan de responder de forma válida al ABC de nuestra existencia por medio de los conocimientos que ya ofrecen los estudios de sociobiología y otras ciencias sobre los comportamientos más adaptados. La 'brújula existencial' Así elaborada pretende determinar los 'puntos cardinales' Para orientar cualquier existencia, empezando por la nuestra, estos son: igualdad, cooperación e innovación.
La simple revisión de nuestro 'pertrecho' Como especie participe en la 'marcha' Del universo nos indica que no estamos siguiendo un planteamiento correcto en el sentido que le estamos dando a nuestras vidas y, por tanto, supone la primera gran dificultad para procurar corregir nuestro 'rumbo' Hacia la mejor 'ruta' En este viaje existencial, tanto a nivel individual como colectivo, con el fin de dotarnos culturalmente de las mejores condenadas a este respecto e intentar conseguir, así, una mayor y recomendable armonía entre nosotros y con el entorno.
BALANCE SOCIOLÓGICO
DE NUESTRA ERA
El presente ensayo supone una recapitulación de los principales pilares sobre los que se asienta nuestra especie, como son los individuos que la formamos, la sociedad que conformamos, así como los subsistemas sociales más significativos sobre los que construimos nuestra cultura, como son la educación, la economía, la política, la religión y, sobre todo, la ciencia. Cada uno de estos capítulos se analizan desde una doble perspectiva, diacrónica y sincrónica a la vez, para poder determinar su balance respectivo desde el punto de vista sociológico.
SAPIENS TOP MODEL
Somos analfabetos existenciales; es decir, apenas sabemos sobre qué es y supone nuestra existencia, tanto como especie e individuos. Haciendo un repaso previo a los modelos existenciales con los que nos hemos venido dotando, desde los de carácter religioso, a los filosóficos, terapéuticos o del tipo autoayuda; este ensayo trata un posible modelo existencial, práctico y fácil de aplicar, tanto a nivel colectivo como personal.
El mismo se basa en el equilibrio entre nuestras tres dimensiones fundamentales: la biológica, la sociocultural y la espiritual. Es decir, un modelo de sapiens con las dimensiones vitales ajustadas y en buen estado. Lo cual se traduce o significa que, a lo largo de nuestras respectivas vidas, deberíamos dedicar a cada una de estas dimensiones proporciones similares de nuestro tiempo, esfuerzo, interés, (pre)ocupación, valoración, dedicación, atención, tareas, cuidados, mantenimiento y satisfacción de sus correspondientes necesidades existenciales.
Sabiendo además que, tal y como están hoy en día nuestras dimensiones vitales, tanto a nivel individual como colectivo, esa relación está descompensada, con una “bulimia” bastante clara o evidente en dos de ellas -la orgánica y, sobre todo, la sociocultural- y una “anorexia” evidente en la otra -la espiritual-.